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La Soledad, gran dolor de nuestra época
¿Aprender a vivir solos o animarnos a buscar relaciones?


La Soledad Social

Este es el segundo tipo de Soledad que mencionamos y a diferencia de la Soledad Emocional, la Soledad Social no tiene que ver con la ausencia de un ser querido, sino con una incapacidad para relacionarnos.

Este es el tipo de personas que no buscan relacionarse con otras, sino que apenas hablan con su familia, sus compañeros de trabajo y algunos vecinos.

Es una soledad muy común en este mundo nuestro, y

Generar relaciones duraderas, estrechas y confiables, es el gran reto ante la Soledad.

lamentablemente tiende mucho al egoísmo, y contiene en ocasiones algún grado de resentimiento que suele generar desconfianza y ésta a su vez, alejamiento.

¿Qué pasa cuando sufrimos soledad social?

  • Nos sentimos incapaces de relacionarnos aunque sea con un mínimo de confianza en quienes nos rodean, tenemos miedo que nos hagan daño o que nos rechacen.
  • Plantamos un muro a nuestro alrededor, nos encerramos en nuestra pequeña burbuja y vivimos el vacío que nosotros mismos creamos y que justificamos con planteamientos como "no me entienden", "la gente sólo quiere hacer daño", "para lo único que les intereso es para sacarme algún provecho", "cada vez que confío en alguien, recibo una puñalada".

Quizás hay quienes buscan y procuran la Soledad, ni hablar. Pero no dejemos de revisar si esto entraña algún riesgo: el ser humano es social por naturaleza y la convivencia con un círculo de amigos con la cual se compartan aficiones, preocupaciones y anhelos, es un cimiento difícilmente sustituible para asentar una vida feliz.

Cierto es que mantener amistades es una meta difícil, más cuando las estructuras y hábitos sociales de nuestra civilización frenan este empeño de hacerlas y mantenerlas, pero merece la pena empeñar lo mejor de nosotros en el intento.

Hacer amigos, generar relaciones duraderas, estrechas y confiables, es el gran reto ante la soledad social.

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