Por: Ing. Gilberto Sánchez
Desde el comienzo de la concepción, el embrión ya es un organismo sumamente complejo. El óvulo recién fertilizado, contiene una asombrosa cantidad genética, suficiente para controlar el crecimiento y desarrollo del individuo durante toda su vida.
La información genética almacenada en el nuevo individuo es el equivalente a 50 veces la cantidad de información contenida en la enciclopedia británica. No se puede decir entonces “sólo es un montón de tejidos”.
En los abortos practicados, sobre todo cuando son más cerca del momento de la concepción, esto es, durante el primer trimestre, se ha visto que el no nacido ya tiene cada parte de su cuerpo, es decir, ya el ser humano está formado íntegramente, lo que sigue ahora es crecer en peso y en talla; ir tomando dimensiones más grandes.
Veamos brevemente cómo es el desarrollo humano:
- A los 18 días de la concepción el corazón se está formando y los ojos empiezan a desarrollarse.
- A los 21 días el corazón está no sólo latiendo, sino también bombeando sangre a todo el cuerpo.
- A los 28, al no nacido le están brotando los brazos y piernas.
- A los 30, se ha multiplicado 10,000 veces en tamaño, tiene cerebro y fluye sangre a través de sus venas.
- A los 35, están tomando forma la boca, las orejas y la nariz.
- A los 40 se pueden registrar las ondas cerebrales; el latido del corazón del niño, que comenzó desde 2 semanas antes, ya puede ser detectado por un estetoscopio ultrasónico.
- A los 42 días, el esqueleto ya está formado y el cerebro controla el movimiento de músculos y de órganos. El no nacido responde al estímulo y ya puede sentir dolor.
- A las 8 semanas, las manos y los pies están casi perfectamente formados y las huellas digitales se están desarrollando.
En base a estas cifras, quiero que considere lo siguiente: el aborto detiene el latido de un corazón y suprime ondas cerebrales medibles.
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