Por: Dr. Salvador Cárdenas
Tú, joven que me escuchas, ¡ten cuidado con tu cuerpo! Ten cuidado cómo vives tu sexualidad. Dios, en su sabiduría y amor, nos hizo hombres y mujeres y nos dio la capacidad de tener relaciones sexuales. El sexo no es un pecado, no es un problema en sí mismo, pero claro, Dios lo reguló y lo puso en el contexto del matrimonio.
Cuando lo sacamos de contexto es cuando aparecen los problemas y las dificultades y es cuando vienen las consecuencias malas. El sexo fuera del matrimonio, si bien es una fuente de placer, puede ocasionar embarazos no deseados; afectar completamente la vida de esa jovencita de 15 o 16 años que salió embarazada o la del padre de ese bebé; y puede traer como consecuencias enfermedades difíciles y severas, tanto en el hombre como en la mujer.
Lo correcto es que el sexo se postergue para la vida matrimonial, así fuimos creados. El mismo que nos creó nos dijo en qué momento podemos poner a funcionar la capacidad sexual.
Hablemos de esas siete enfermedades de transmisión sexual que pueden ser las más frecuentes. Una de ellas es la clamidia, una enfermedad que presenta 3 millones de casos al año, es la que se presenta con mayor frecuencia.
Después está la gonorrea, que ocasiona 650 mil casos cada año; luego la sífilis, que tiene 70 mil nuevos casos cada año; el herpes tiene un millón de casos nuevos por año; el virus del Papiloma humano (papilomatosis) tiene 5.5 millones de casos cada año, una cifra altísima porque es una enfermedad muy infecciosa; la hepatitis B con 120 mil nuevos casos cada año; y finalmente la tricomoniasis, que tiene 5 millones de casos nuevos cada año.
Quiero hablar un poco de cada una de estas enfermedades para que las conozcas lo suficiente, sé que quizá no tengas mucho conocimiento en cuestiones de biología, de bacterias o de virus, pero no importa. Vamos a hablar lo básico de estas enfermedades, para que estés consiente a lo que te expones cuando decides tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. |