Por: Ing. Gilberto Sánchez
Pero hoy vivimos tiempos en donde quien roba, es visto como un héroe -y perdón que lo diga, pero es cierto- en países como México existen frases célebres como: "el que no tranza, no avanza", una frase que la gente ya asume como una manera de vivir. Dicen incluso: “las reglas son para romperse”, “los valores no me dan de comer", "Dios mío, no me des, sólo ponme donde hay, yo me encargo de tomarlo", “todo mundo lo hace”, “todo mundo miente”… y todo eso se va generalizando. No vayamos lejos: ¿Cuánta gente practica “la mordida” para evadir su responsabilidad, y evadir la justicia? “Mejor me arreglo con la autoridad y le pago, ni modo”.
¿Cuánta gente dice de los narcos: "es que ellos nos están destruyendo"? Discúlpeme, no son sólo ellos. Cada ciudadano que no hace las cosas conforme a la ética, ni actúa conforme a los valores morales, puede estar participando también de esas conductas, en el sentido de que si no hacemos el bien, también nosotros destruimos a la sociedad, pues cooperamos con nuestro granito de arena, para que la sociedad no pueda salir adelante. No hacer el bien, empezando con nuestra familia, es también muy perjudicial a la sociedad. Y lo peor: que nuestros hijos lo ven y aprenden de ello.
A lo mejor usted no se va a atrever a hacer cosas que su conciencia le reprueba, pero quizás tampoco ha considerado hasta dónde va a llegar su hijo si usted permite que la moral se vaya rebajando con enseñanzas como: "Bueno hijo, sí puedes mentir… sí puedes robar… y si ya estás en un problema grande, pues a lo mejor hasta quitarle la vida a alguien puede resolverte el problema…"
Vivimos tiempos donde incluso, los maestros en las escuelas ya están siendo amenazados por sus alumnos, de modo que si el profesor no da la calificación que el joven quiere, lo manda golpear. Son cosas terribles.
¿Quiere mejorar su calidad de vida? ¿Quiere ayudar a mejorar la sociedad? Enséñeles valores a sus hijos.
Hay que hablar con nuestros hijos, hay que hacerles entender que hay otra forma de vida más redituable. Sí, es un camino más difícil definitivamente, porque demanda que tú mismo te sujetes a la ley, que tú respetes las reglas, que tú pongas el ejemplo y te pongas un freno a ti mismo, a tus propios intereses y que veles por los intereses de una sociedad y de tu propia familia.
Los ejemplos que se transmiten a través de la televisión van sembrando en nuestros hijos una manera de pensar muy particular. Los mensajes de inmoralidad son constantes. Usted ve las series, ve las películas, hasta en las caricaturas, no se diga en las telenovelas, hay mensajes de inmoralidad.
Cuando estoy hablando de caricaturas, no estoy hablando sin fundamentos créame. Hay una compañía muy prestigiada que produce programas de audio y video para niños a nivel mundial, y en esas caricaturas transmiten mensajes subliminales -y a veces ya no tan subliminales- de contenido sexual.
Es decir, transmiten escenas fugaces, o imperceptibles a simple vista, de personajes desnudos o de palabras que tienen que ver con la sexualidad, imágenes en donde, de alguna u otra manera, se quiere estar influenciando sexualmente a esa frágil parte del mundo que son los niños.
Como hace poco acaba de pasar en los Estados Unidos: en un canal de televisión infantil -también de una prestigiada compañía que produce audios y videos para niños- ocurrió que mientras se transmitía un programa, de repente entró en pantalla una película pornográfica, de lo que se conoce como "sexo duro". Qué sorpresa para un padre de familia, cuando entró al cuarto de sus hijos donde supuestamente estaban viendo una caricatura, pues era una programación con horario matutino; pero el padre cuando vio la televisión se dio cuenta de que no era una caricatura sino que su hijo de cinco años estaba viendo una película pornográfica, ¡totalmente explícita! ¿Cómo es posible que a esa hora hayan transmitido esa escena? Después se supo que se haría una investigación para ver dónde había surgido el problema y evitar que volviera a ocurrir.
Existe eso en los medios de comunicación. Se infiltra de una u otra manera, ese tipo de información. A veces con toda intención de los productores, a veces por accidente. El riesgo existe. ¿Cuántas veces no hemos visto programas de televisión en donde uno de los principales temas e incluso objetivos de la trama, es el divorcio, exaltándolo sobre el matrimonio, exaltándolo sobre la fidelidad y el respeto conyugal?
Hasta hace poco, en Estados Unidos, los niños veían el matrimonio como algo normal y correcto. Bueno, se ha sabido que la generación pasada, es la primera que ve el divorcio como algo normal, y eso surgió en buena parte, por estar metiendo esa idea en muchas series televisivas. A través de muchas películas se fomenta la rebeldía, los fraudes, los robos… ¿Cuántas veces no hemos visto que en las películas, los héroes son las personas que viven fuera de la ley, son el personaje central y sobre quien gira la trama? La influencia negativa de los medios de comunicación es algo real. |