Por: Ing. Gilberto Sánchez

El término “anorexia” proviene del latín, y quiere decir: “sin apetito”; y el adjetivo “nerviosa”, expresa su origen psicológico. Sin embargo, no es cierto que los jóvenes anoréxicos no sientan hambre, al contrario, sí la sienten, pero la reprimen por el pavor que tienen a la obesidad.

Estos jóvenes rechazan en forma contundente mantener un peso corporal por encima de los valores mínimos aceptables para una determinada edad y talla. El miedo que experimentan hacia la obesidad los lleva hasta la inanición, y a la pérdida progresiva de peso.

Lo más grave es que no tienen conciencia de su enfermedad, así lo señala la nutrióloga Marcela Palma, del Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Subiráin”.

Los anoréxicos llegan a perder por lo menos el 15% de su peso corporal y, en casos extremos, hasta el 60%, lo que puede ocasionar la muerte.

El trastorno tiene diversas caras, y según Marcela Palma, puede clasificarse en etapas primaria y secundaria.

• Etapa primaria: Se tiene un miedo intenso a subir de peso, y se caracteriza por dos tipos de padecimientos: la anorexia nerviosa restrictiva y la bulimarexia.

En la anorexia nerviosa se utiliza el ayuno y la disminución exagerada de la ingestión de alimentos para controlar el peso, sin utilizar el vómito o los laxantes como métodos de control. En la bulimarexia, se combinan periodos de ayuno con periodos de ingestión convulsiva y después se provoca el vómito. También se aplican purgas para controlar el peso.

• Etapa secundaria: En esta etapa, la anorexia nerviosa es consecuencia de alguna enfermedad psiquiátrica como la esquizofrenia y la depresión.

En estos casos, la anorexia se debe a una interpretación falsa de la alimentación y no a la búsqueda de la pérdida de peso.

Bulimia

La palabra “bulimia” proviene del griego, y significa “hambre de buey”. Generalmente se presenta entre los 18 y 28 años de edad. Al igual que en la anorexia, el 95% de los pacientes bulímicos son mujeres.

Según Marcela Palma, la bulimia tiene las siguientes características:

• Ingestión rápida de gran cantidad de alimentos
• Culpabilidad provocada por el abuso al comer
• Autoinducción al vómito
• Utilización en forma indiscriminada de laxantes y diuréticos
• Ejercicio excesivo

Los jóvenes tienen pavor a subir de peso, pero también es característico que durante mucho tiempo ellos nieguen estas conductas.

Es muy peligroso este tipo de trastornos porque ellos mismos no se dan cuenta del problema que tienen, de que realmente están padeciendo una enfermedad.

En los Estados Unidos, 10 de cada 100 mujeres sufren de un desorden de alimentación. Estos dos desórdenes se dan en los varones, pero es menos frecuente.