Por: Ing. Gilberto Sánchez

Lamentablemente muchas veces, los aspectos familiares son la causa de estas enfermedades en los jóvenes, cuando son muy afectados psicológicamente por algún evento traumático en su hogar.

También es cierto que los jóvenes siguen los modelos de la televisión, de la influencia de sus amigos de la escuela o del trabajo. Si el joven no es delgado, vienen traumas a su vida buscando serlo.

Estar delgado está de moda. Las personas que son gorditas son objeto de burla, de escarnio, de rechazo social y esto trae consecuencias en la vida de los jovencitos, les trae traumas psicológicos y buscan entrar en esos modelos de estar demasiado delgados.

Qué importante es que la familia esté cerca, regulando y modulando los verdaderos valores morales, hacerles ver a los hijos que lo verdaderamente importante en la vida no es tener esa constitución delgada para ser aceptados.

Ayudémosles a que se acepten a sí mismos, y se sientan seguros en sí mismos.

Cuando un padre, madre, profesor, pariente o amigo, se da cuenta de que hay un joven con bulimia, es importante que de inicio no lo reprenda, ni lo castigue o lastime con palabras severas, sino más bien tener una actitud muy comprensiva para que el joven pueda abrirse en confianza y sea ayudado.

Obviamente deben ir a consultar un psiquiatra, porque estamos ante enfermedades reales y como tales hay que tratarlas. Además muchos adolescentes sufren de otros problemas, incluyendo la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias.

Para que una persona pueda reconocer su situación, requiere de mucha paciencia por parte de aquellos que lo quieren tratar y hacerles entender la situación. No se trata de imponer. Requiere tolerancia y comprensión.

Si algún joven sospecha que tiene este tipo de problemas, no debe de avergonzarse, para empezar. Debe entender que requiere ayuda médica, consejería y apoyo.

Debes recurrir a alguna instancia de apoyo para evitar el infierno que te puede llevar a vivir la anorexia nerviosa.