Formemos hijos con virtudes
 

Introducción
 

Por: Profr. Roberto Durán

Hoy en día se le da un gran énfasis al talento, nuestra sociedad valora las habilidades, la formación académica, los títulos o las credenciales que avalen a nuestros hijos para que puedan obtener un buen trabajo. Pero con tristeza vemos que realmente no se hace un énfasis en la formación de las virtudes.

Por ejemplo, un tránsito que ha tomado una capacitación para dirigir el tráfico, arreglar un accidente, auxiliar una persona o ayudar a alguien, lo podemos ver extorsionando a las personas.

Quiero comentarte una experiencia personal con un doctor: mi esposa fue al doctor porque acababa de dar a luz y éste le preguntó si ya se había operado para no tener hijos. Mi esposa contestó que no, porque no lo había consultado conmigo. Inmediatamente, el doctor le dijo: “Usted no tiene que consultarlo con su esposo, sencillamente se opera y él no tiene ni porqué enterarse.”

En esta ocasión nos dimos cuenta de que la deshonestidad es parte cotidiana de las personas, así sean doctores, policías, políticos, empresarios, etc.

La verdad es que vivimos en un mundo que le da una gran importancia a las habilidades, la formación académica y las credenciales. No estamos en contra de las habilidades adquiridas, ni del estudio. El estudio es importante, correcto y necesario; sin embargo, la formación integral de nuestros hijos debe ser una labor que los padres debemos promocionar y trabajar, para que su carácter sea formado en las virtudes necesarias para la formación integral del ser humano.

La palabra “virtud” es un término amplio en el español, tiene muchos conceptos, por ejemplo, significa ser varonil o ser una persona valiente. Pero el concepto que vamos a tomar es el siguiente: tener excelencia de vida. Cuando una persona es excelente lo va a demostrar en todas las áreas de su vida.

La virtud de la amistad
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